La palabra que define su identidad como artista, es definitivamente “alegría”. Con una energía impresionante en el escenario, carisma y dominio en la tarima, su música ha estado presente en todas las celebraciones venezolanas, gran parte de Latinoamérica y del Caribe, con su acostumbrado grito de guerra: “¡Ayayaiii!”. Siempre en constante renovación de su propuesta, ha realizado galas sinfónicas con más de 70 músicos en escena y además ha fusionado el sabor del merengue con ritmos actuales urbanos.

Nace en Maracaibo, estado Zulia el 30 de marzo de 1963, es hijo de Roberto Antonio Rosales y Gladys  de Rosales. Desde muy niño mostró su interés por la música y se inicia en la gaita zuliana, género folklórico musical con el que habitualmente se amenizan las fiestas decembrinas en Venezuela.

Con la canción ‘Chinita de Maracaibo’ obtiene el título de la Voz de oro liceísta venezolana.

Por insistencia de su padre se inscribe en la Universidad del Zulia y cursa dos años de Medicina, pero su pasión por la música es tan grande que abandona la universidad y apuesta a su sueño: ser un cantante profesional.

En el año 1981 graba su primer disco como solista con el sello discográfico Sono-Rodven en el género de la balada pop, pero abandona las filas del sello y, tras un pequeño periodo en la Orquesta La Grande del maestro Renato Capriles, pasa finalmente a formar parte en 1983 de la principal agrupación de Capriles: La Orquesta Los Melódicos. El maestro Renato se refería a ROBERTO ANTONIO como “un cantante con luz propia”.

En Los Melódicos destaca como intérprete de temas éxitos en giras nacionales e internacionales como ‘Fernanda’, ‘Si tú te vas’, ‘Sólo palabras’ y el hit arrollador ‘Mi cocha pechocha’.

El Rey del Tecnomerengue

Rodolfo Rodríguez Miranda, Presidente de la discográfica Sono-Rodven, al escucharlo durante una presentación en vivo en Paladium, -una de las discotecas más selectas de la capital en el momento-, le propone grabar nuevamente en la casa disquera.

Inicia su exitosa carrera como solista con la grabación de una serie de álbumes y éxitos, bajo la producción musical y pluma de Luis Alva y posteriormente bajo la producción de Nelson Alizo con temas de Víctor Daniel y siempre bajo la tutela de Enzo Cassella, destacado especialista en mercadeo discográfico.

En su primer disco como solista, como intérprete del ‘tecnomerengue’, -“Roberto Antonio”, editado en 1988-, se incluye su primer éxito ‘Sacúdete nena’ y canciones como ‘Noches de fantasía’, ‘Mentirosa’, ‘Desde que me dejaste’, que lo consagran como el “Rey del tecnomerengue”, una propuesta musical donde se fusiona la tambora, la conga y el güiro, -instrumentos característicos del merengue dominicano- con timbales, batería electrónica, sintetizadores, guitarras distorsionadas y secuenciadores.

Proseguirán éxitos como ‘Marejada’, ‘Quién sino yo’, ‘Ella pasó por aquí’, ‘Ése si soy yo’ en “Roberto Antonio II”, (1989). En sus siguientes producciones suena insistentemente en la radio con temas como ‘Se va a dar cuenta’, ‘Nadie como tú’ y ‘Ay, ay, ay, cariño’ y comparte con artistas de la talla de Juan Luis Guerra, Sergio Vargas y Wilfrido Vargas en giras nacionales e internacionales. Es premiado con cuatro Discos de Oro, tres Discos de Platino a nivel nacional y con un Doble Disco de Platino y un Disco de Platino Internacional y recibe galardones de gran prestigio en el país, como el Mara de Oro, el Premio Ronda y la Orquídea de Plata.

En 2004 edita su álbum “Hay razón para vivir”, bajo su productora y casa discográfica New Wave Productions, donde diseña su propia estrategia de marketing y apoya el trabajo artístico de nuevos talentos, bajo la gerencia de su esposa, Norma Sanpere. Inicia así, una gira nacional titulada “Hay que rumbear”, nombre del primer sencillo de éste álbum y alterna junto a Los Melódicos, Billo´s Caracas Boys, Diveana y Miguel Moly.

En su primer disco como solista, como intérprete del ‘tecnomerengue’, editado en 1988, se incluye su primer éxito ‘Sacúdete nena’ y canciones como ‘Noches de fantasía’, ‘Mentirosa’, ‘Desde que me dejaste’, que lo consagran como el “Rey del tecnomerengue”, una propuesta musical donde se fusiona la tambora, la conga y el güiro, -instrumentos característicos del merengue dominicano- con timbales, batería electrónica, sintetizadores, guitarras distorsionadas y secuenciadores.

Proseguirán éxitos como ‘Marejada’, ‘Quién sino yo’, ‘Ella pasó por aquí’, ‘Ése si soy yo’ en “Roberto Antonio II”, (1989). En sus siguientes producciones suena insistentemente en la radio con temas como ‘Se va a dar cuenta’, ‘Nadie como tú’ y ‘Ay, ay, ay, cariño’ y comparte con artistas de la talla de Juan Luis Guerra, Sergio Vargas y Wilfrido Vargas en giras nacionales e internacionales. Es premiado con cuatro Discos de Oro, tres Discos de Platino a nivel nacional y con un Doble Disco de Platino y un Disco de Platino Internacional y recibe galardones de gran prestigio en el país, como el Mara de Oro, el Premio Ronda y la Orquídea de Plata.